Vigilia Pascual

Sábado 19 de Abril de 2025

Apreciadas hermanas y apreciados hermanos:

Gracia y Paz de nuestro Señor Jesucristo.

Estamos transitando la Semana de la Pasión de nuestro Señor, y en especial lo que denominamos el Triduo Pascual, que finaliza hoy con la  Celebración de la Vigilia Pascual, preparándonos para celebrar la alegría de la Resurrección.

Celebración que comienza con la Liturgia de la Luz, encendiendo el fuego, el Cirio pascual y cada uno, cada una de los miembros de la comunidad sosteniendo una vela, que se ha encendido desde la luz del Cirio pascual.

Oramos y clamamos que la luz de Cristo, que resucita glorioso, disperse  las tinieblas de nuestros corazones y mentes.

En esta noche tan especial, las lecturas nos hacen transitar por la Historia del Pueblo de Dios y de la Salvación.

Comenzamos con la historia de la Creación del universo y del ser humano (Génesis 1:1-2: 4ª), en donde podemos meditar acerca de cómo Dios crea por medio de la Palabra, y en cada etapa enfatiza que todo era bueno, culminando con la creación del ser humano, varones y mujeres creados a imagen de Dios, distintos e iguales en dignidad.

El Cántico enfatiza  que la misericordia de Dios es para siempre (Salmo 136: 1-9; 23-26)

Luego recordamos la liberación de Israel, y su pasaje de la esclavitud a la libertad (Éxodo 14: 10-31; 15.1b-2, 6, 11-13, 17-18.) y su paso por el Mar Rojo. , culminado con el cántico e Moisés, junto al pueblo, donde se enfatiza que “Dios es mi fuerza y mi protección, El me salvó” (Éxodo 15: 1-18).

En la tercera lectura, meditamos acerca del Valle de los huesos secos (Ezequiel 37: 1-14), en donde se hace referencia a la visión simbólica de la restauración de Israel, y la escena de desolación y muerte, es cambiada por la acción de Dios y Su Espíritu en vida, expresando “Yo pondré mi espíritu en ustedes y vivirán; los estableceré de nuevo en su propio suelo y así sabrán que yo soy el Señor.”.

Finalizando esta sección con el Cántico basado en el Salmo 143, donde su autor expresa “Que tu espíritu bondadoso me conduzca por una tierra llana. Por amor de tu Nombre, Señor, consérvame la vida”

 

En la cuarta lectura, recordamos la liberación de Nínive (Jonás 3: 1-10), donde los ninivitas creyeron en Dios, y se vistieron con ropa de penitencia, desde el más grande al más pequeño” y Dios los perdonó.

Posteriormente, nos unimos al Cántico de Jonás (Jonás 2: 2-9) donde se enfatiza que “la Salvación viene del Señor”

Al repasar y recordar estos textos, que nos conmueven, por su significado , pero también por su actualidad, ya que implican las promesas de nuestro Buen Dios, desde los tiempos inmemoriales, su cumplimiento por amor, la misericordia de Dios que se renueva cada día .

En la historia de la Salvación, podemos ver diferentes momentos, los de desierto, soledad, dificultades, pruebas, pero siempre también, el sostén, el cuidado, la misericordia y el amor de Dios para con su pueblo.

En esta noche especial en que nos preparamos para celebrar la Resurrección de nuestro Señor Jesús, donde todo parecía oscuro, sin sentido, con miedo y en soledad, afirmamos que con la Resurrección de Jesús, todo cambia, la muerte es vencida, la esperanza y la luz de Cristo ilumina toda vida.

Nos unimos en oración pidiendo a nuestro Buen Dios, su Hijo Redentor y Su Espíritu Santo, que nos guie y allane el camino a recorrer y también nos renueve la Fe y la Esperanza.

Que la luz de Cristo, ilumine nuestras vidas, nuestras comunidades de Fe, y todo lo que hagamos.

Y que la Paz de Cristo que sobrepasa nuestros pensamientos, guarde nuestros corazones y mentes en Cristo Jesús.

Pastora Prof. Delia Ravagnani

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